Hace unos días, una amiga de toda la vida (y cuando digo de toda la vida es cierto y si no juzgar vosotros mismos: nos conocemos desde que ella tenía 2 años y yo era un bebé de 12 meses) de la que ultimamente sé que anda bien por los mail que me envía (y eso que no escribe nada, que sólo se limita a adjuntar ficheros, noticias y cosas por el estilo) me mandó un vídeo.
Bueno, ¿y qué? os podéis preguntar.
Pues que teniendo en cuenta las noticias (porque una es una chica informada y le gusta leer el periódico todos los días) que nos hablan de que los niveles de agua de los embalses empiezan a alcanzar niveles preocupantes (normal si hace más de dos meses que no cae ni una gota y hace un calor sofocante) me acordé de uno de los vídeos que esta amiga me envió.
Y aunque no creo, al menos a priori, en las invocaciones a la lluvia que se hacen en otras culturas, por si acaso hago la mía:
Bueno, ¿y qué? os podéis preguntar.
Pues que teniendo en cuenta las noticias (porque una es una chica informada y le gusta leer el periódico todos los días) que nos hablan de que los niveles de agua de los embalses empiezan a alcanzar niveles preocupantes (normal si hace más de dos meses que no cae ni una gota y hace un calor sofocante) me acordé de uno de los vídeos que esta amiga me envió.
Y aunque no creo, al menos a priori, en las invocaciones a la lluvia que se hacen en otras culturas, por si acaso hago la mía:
Poner los altavoces porque es realmente fantástico
2 comentarios:
¡¡Que bueno!!
Lo del trueno me ha gustado...
Raquel.
¿Verdad que es curioso?
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