martes, 6 de septiembre de 2011

No dije adiós, pero he regresado

No estaba muerta y tampoco de parranda, tan sólo he estado inmersa en una crisis personal.
El verano pasado cambié de década y aunque al principio lo llevé realmente bien (y eso que a pesar de haber pedido una fiesta sorpresa no la tuve) según fue llegando el invierno empecé a sentir que mi vida no estaba tan bien cómo hubiera querido (creo que la falta de sol, otra vez, volvió a influir).
Decidir que había llegado el momento de analizar mi vida no fue de las mejores ideas que he tenido y es que llegar a una edad a la que de joven nunca había pensado en llegar y ver que nada de lo que habías imaginado se ha hecho realidad es mucho más duro de lo que he sido capaz de soportar. Creo que debo aclarar algunas cosas:
  1. Siendo adolescente se me metió en la cabeza que me iba a morir antes de cumplir los que cumplí el año pasado.
  2. No, no soy vieja, ni siquiera mayor, es más, todavía me queda mucho por llegar al cuarto de siglo.
Bueno, siguiendo con lo que estaba contando, tener un trabajo que no aparecía en ninguno de mis proyectos de futuro y que no me gusta, llevando así la contraria a la encuesta recientemente publicada en la que se dice que 8 de cada 10 españoles son felices en su trabajo; echar la vista atrás y comprobar que llevas más de 15 años en él y que aunque has evolucionado no has llegado ni de lejos a lo que aspirabas; trabajar en un campo que no te llama nada la atención y darte cuenta que tu momento para cambiar de aires y arriesgar ha pasado.
Ser abandonada por la salud, la buena, que parece que también decidió salir huyendo y claro, viendo el panorama tampoco te extraña demasiado (no ha sido nada especialmente grave, pero como hasta que tuve a mi primer hijo no había tenido ni una gripe pues, la verdad, me pilló por sorpresa). Bueno, la pancreatitis hubo que tomársela en serio y la lesión de la cadera dio más guerra de lo esperado.
Comprobar que el sueño de vivir en el extranjero una temporada cada vez se aleja más y más; que la relación con tu pareja cada vez es menos fluída y que muy poco tiene que ver con la que era en los primeros años; que tus amigos cada vez están más lejos y que al terminar el día te das cuenta que sólo vives de rutinas …., pues la verdad, ha podido más que yo.
Si a eso le añadimos que llevo conmigo 30 kilos más de los que llevaba cuando me gustaba a mí misma, que el cuerpo ya no es lo que era y es increíble lo que puede dar de sí (¡cuántas veces! oí a mi madre decir eso mismo y pensé que a mi eso no me pasaría), que las lorzas, porque ya no es una son varias, empiezan a sufrir el efecto de la gravedad y al mirarte en espejo no te reconoces …

rodin

Pues pasa lo que tiene que pasar, y supongo que he “sufrido” eso que comunmente se llama crisis de la edad. Y no es que sea depresiva, tan sólo tengo un carácter un poco melancólico y esta vez me ha jugado una de las suyas.

Continuará …

6 comentarios:

maba dijo...

te la ha jugado bien jugada..

lamento que hayas pasado o estés pasando por este mal momento...

espero, de verdad, que cojas impulso, que reconocerlo te de ánimos y que tengas ganas de salir ¡ya! de ese estado

besos

María dijo...

Maba, muchas gracias por tus deseos.
En eso estamos

Sylvia dijo...

Lo siento Maria. La palabra crisis significa oportunidad. Si algo no te gusta de tu vida, como tu trabajo, siempre siempre estas a tiempo de cambiarlo. Nunca es tarde y la edad da igual. Siempre estas a tiempo de reinventarte y de hacer algo que te guste. Lo que pasa es que siempre hay miedo de cambiar a algo desconocido. Pero piensa que vida no hay mas que una, y por lo tanto siempre va a ser mas importante que pases tus dias siendo feliz y haciendo cosas que te gusten y que cuando eches la vista atras no te arrepientas de tus decisiones en el camino. Viendo lo que has escrito, quizas no seria mala idea que buscaras ayuda para empezar a tomar el control de tu vida que estas describiendo. Los terapeutas pueden ayudar muchisimo a volver a empezar y darte la fuerza que necesitas para dar esos pasos y cambiar lo que crees que ya paso para ti, pero que nunca es tarde. Por supuesto no es facil, pero nada lo es y por todo hay que luchar. Animo y poco a poco, no hace falta tampoco cambiarlo todo a la vez. Un pasito tras otro.

Un besote!

María dijo...

Silvia, a veces es tan sólo cuestión de prioridades y de dejar de ver lo malo, que no es tanto, y empezar a relativizar y a fijarnos en lo bueno de nuestra vida, que es mucho. Y eso es lo que !por fin! he hecho.
Un abrazo

Begoña (Tea on the Moon) dijo...

Maria hacia días que no había entrado en tu "rincón". Que palabras más sinceras. Siento que hayas sido atrapada por la crisis. Supongo que un momento de la vida todos miramos con ojos críticos donde estamos y en el caso de no ver lo que nos gusta o lo que esperábamos es duro. Pero siempre, por pequeño que sea hay algo a lo que agarrarse y tirar hacia delante. Como muy bien dices es cuestión de actitud y de replantearse las cosas. Luchar por lo que queremos y está en nuestras manos como la pareja, nuestras rutinas, aquellas cosas que nos pueden dar alegrías y hacer disfrutar de nuestro día a día... Pero veo que todo eso ya lo estás haciendo y que ya está quedando atrás. Me alegro muchísimo. BRAVO MARIA!!!

heavenly** dijo...

Bueno...en mi nocturna jornada laboral he aterrizado por casualidad en tu blog...no sólo me he enganchado, si no que me parece brutal tu sinceridad, y lo bien que has sabido nombrar esos sentimientos que creo que todas hemos tenido alguna vez en la vida...y que te meten en un círculo vicioso del que a veces cuesta salir.....en fin! que muchos ánimos, que no llueve eternamente, y que espero seguirte mucho por aqui!
Un abrazo!

Miriam
http://miriammorenito.blogspot.com