Ha sido una semana de locos.
Me he reincorporado al trabajo después de las vacaciones.
La vuelta ha sido más dura de lo que esperaba porque regresé a mis tareas un lunes en vez de a mitad de semana como en ocasiones anteriores. Pensaba que la semana iba a ser más o menos tranquila, pero aunque no me han interrumpido demasiado, he tenido que ponerme al día y asumir el trabajo de tres compañeros que todavía disfrutan de días de asueto. ¡Vamos! que ni un respiro.
En casa el ambiente todavía es de vacaciones de verano. Los niños no han empezado el colegio por lo que los horarios todavía son de estío: comer y cenar tarde; acostarse tarde y levantarse sin prisa. Como yo tengo que madrugar, a mitad de semana parecía un alma en pena pero aún así ¡VIVA EL VERANO!
A pesar de todo, he intentado no abandonar esta blog pero, por causas que desconozco, desde el pasado 25 de agosto no he podido acceder a gestionarlo. Hoy, casi a la desesperada, he vuelto a intentar conectarme y ¡SORPRESA! me ha dejado por lo que he aprovechado para escribir un poco y poner al día a mis posibles lectores.
Esta noche, desde casa, intentaré compartir algo más con todo aquel que me lea.
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