domingo, 2 de noviembre de 2008

¿Un dulce para el domingo?

Aprovechando las fechas en las que nos encontramos, quería aprovechar para compartir dos dulces típicos de estos días:

Huesos de santo

Dulce que hunde sus raíces en la tradición repostera castellana. Su inmediato antecesor es el típico mazapán, dulce hecho de almendras, que está vinculado a las fiestas navideñas. De pasta de mazapán, por tanto, son los huesos de santo, que no son más que la innovación de algún repostero anónimo al que se le ocurrió que el mejor modo de moldear el mazapán el Día de los Difuntos era con forma de hueso.
En realidad este dulce, no tiene forma real de hueso. No son más que canutillos de mazapán que se recubren de almíbar, que es lo que le da ese aspecto blanco. Antiguamente, el interior se rellenaba de una masa dulce de yema; aunque con el paso de los años se fueron diversificando los rellenos, pudiendo encontrarlos ahora de multitud de sabores: desde gustos tradicionales como el chocolate, trufa o coco, hasta otros más atrevidos como el plátano o la frambuesa.

Buñuelos rellenos

Inicialmente "de viento", se rellenan ahora de multitud de sabores. La pasta del buñuelo, hecha de harina y azúcar, que se fríe en aceite bien caliente, tiene una gran tradición gastronómica en España: encontramos referencias de este dulce a principios del s. XVII, en torno a las recetas que usaba el cocinero real de Felipe III.
A los rellenos de crema, cabello de ángel, chocolate y nata, que ya no son los únicos, debemos ahora sumarles una gran variedad de rellenos.

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