domingo, 30 de noviembre de 2008

Despidiendo Noviembre

Hoy hemos vuelto a salir de excursión pero esta vez no ha sido por el campo ni por el bosque (aunque algo de naturaleza hemos visto).
Como el tiempo no acompaña para estar al aire libre, hemos decidido acercarnos hasta el Museo de la Ciencia, para que los más pequeños no dejaran de experimentar.
Me encantan los Espacios pensados para y por los niños. Hablo de aquellos lugares en los que no se prohíbe tocar, hablar, probar..., más bien todo lo contrario; lugares en los que se incentiva la experimentación en primera persona.

COSMOCAIXA

Esta sería una foto oficial, se puede comparar con las mías (como justificación de la mala calidad diré que están hechas desde el coche).


¿Y qué hemos hecho? Pues de todo un poco:

Nos hemos dado una vuelta por la prehistoria


Hemos visto algunos animales y a algunos hasta los hemos podido tocar




Hemos experimentado con la ciencia



Siento que las fotos no sean medianamente buenas pero ni la fotografia es una de mis habilidades ni tengo una buena cámara.

sábado, 29 de noviembre de 2008

Postales de Otoño IV

Esto es algo de lo que la naturaleza nos ha ofrecido en las excursiones otoñales que hemos realizado:






jueves, 27 de noviembre de 2008

Colores II

Siguiendo con la idea de los colores, aquí está mi aportación mensual(si espero un poco más lo hago el próximo mes).







domingo, 9 de noviembre de 2008

Postales de Otoño III

Aprovechando el buen tiempo de este fin de semana, hoy hemos aprovechado para hacer una pequeña excursión por la mañana. La excusa, si es que salir de paseo necesita de alguna excusa, ha sido recoger castañas para asar por la tarde en la chimenea.



El marco incomparable del Monasterio del Escorial ha sido la vista que nos ha acompañado en el inicio de nuestro paseo.












Una pequeña montaña el horizonte que nos espera ¿llegaremos?
























La cueva del Oso ha hecho que los más pequeños desarrollasen su imaginación y los mayores nos riéramos de buena gana.








Seguimos de paseo por el bosque






















La búsqueda de las castañas sigue en marcha.













Un alto en el camino para tomar fuerzas y contemplar el maravilloso paisaje

Tenemos que pensar en la vuelta porque el tiempo, cuando se está disfrutando, se pasa volando.

domingo, 2 de noviembre de 2008

¿Un dulce para el domingo?

Aprovechando las fechas en las que nos encontramos, quería aprovechar para compartir dos dulces típicos de estos días:

Huesos de santo

Dulce que hunde sus raíces en la tradición repostera castellana. Su inmediato antecesor es el típico mazapán, dulce hecho de almendras, que está vinculado a las fiestas navideñas. De pasta de mazapán, por tanto, son los huesos de santo, que no son más que la innovación de algún repostero anónimo al que se le ocurrió que el mejor modo de moldear el mazapán el Día de los Difuntos era con forma de hueso.
En realidad este dulce, no tiene forma real de hueso. No son más que canutillos de mazapán que se recubren de almíbar, que es lo que le da ese aspecto blanco. Antiguamente, el interior se rellenaba de una masa dulce de yema; aunque con el paso de los años se fueron diversificando los rellenos, pudiendo encontrarlos ahora de multitud de sabores: desde gustos tradicionales como el chocolate, trufa o coco, hasta otros más atrevidos como el plátano o la frambuesa.

Buñuelos rellenos

Inicialmente "de viento", se rellenan ahora de multitud de sabores. La pasta del buñuelo, hecha de harina y azúcar, que se fríe en aceite bien caliente, tiene una gran tradición gastronómica en España: encontramos referencias de este dulce a principios del s. XVII, en torno a las recetas que usaba el cocinero real de Felipe III.
A los rellenos de crema, cabello de ángel, chocolate y nata, que ya no son los únicos, debemos ahora sumarles una gran variedad de rellenos.

sábado, 1 de noviembre de 2008

Noche de Todos los Santos

Hoy es el Día de Todos los Santos y no quiero dejar pasar la oportunidad de recordar una tradición muy nuestra: la de representar el D. Juan de Zorrilla esa noche.


Por qué prendió tan fácilmente la representación anual de Don Juan Tenorio la noche de Todos los Santos?

Un repaso por la historia y las tradiciones nos recuerda que las representaciones funerarias eran algo usual, que cambiaron de formato a lo largo de los siglos y a través de los pueblos, pero no desaparecieron.
En nuestro propio teatro tenemos reflejado por segunda vez el origen religioso de las representaciones teatrales. En los orígenes griego y romano del teatro estaban los ritos religiosos de representación. Pero como si la historia volviese a dar otra vuelta, tenemos en España y en otros puntos de Europa los Autos Sacramentales de la Edad Media. Son formas litúrgicas que se celebran por supuesto en la iglesia; pero que al crecer la clerecía y crearse una liturgia para clérigos, se ven empujadas hacia el pórtico de la iglesia primero, y luego lejos de ella. Algo inevitable, porque el argumento y sobre todo los entremeses cada vez más profanos y hasta procaces que se intercalan en el drama sacro, son incompatibles con la dignidad del templo.
Pero queda en pie la ancestral vinculación de las representaciones más o menos dramáticas con los grandes temas religiosos. Y parece que en el tema de los difuntos, que nunca dejó de ser religioso por mucho que los ritos tuvieran formato profano, la representación de los muertos más o menos dramatizada, se mantuvo en muchos pueblos a lo largo de los siglos. Las procesiones de difuntos con el pretexto de enterrar este día a los muertos insepultos (por lo general, ajusticiados expuestos a la entrada de las poblaciones para aviso y escarmiento de residentes y forasteros), con toda la parafernalia que las acompañaba, incluidos ciertos bailes de calaveras, tenían una honda raíz dramática.
No debemos olvidar a este respecto algunos datos relevantes de los usos y costumbres de Roma. Las laudationes fúnebres (alabanzas fúnebres) fueron las primeras piezas de la oratoria romana. En ellas se cantaban las glorias del difunto y se ensalzaban sus virtudes. Ésta era una parte del drama funerario, a la que seguía otra de suma intensidad: el coro de plañideras a sueldo, tanto más numeroso cuanto mayor era la categoría del difunto, que acompañaban el cortejo fúnebre dando alaridos de dolor, reclamando la vuelta del difunto, arañándose el rostro, mesándose los cabellos, rasgándose las vestiduras y contorsionándose. Era la gran pompa fúnebre, el espectáculo estremecedor que ofrecían los grandes hombres con ocasión de su muerte. No conformes con el ritual estrictamente funerario, las grandes familias romanas ofrecían al pueblo, dentro de las honras fúnebres de sus difuntos, la representación de una obra teatral, por lo general de carácter moral.
Mezclar por tanto Día de Difuntos y representación teatral no era nada nuevo. Por eso caló tan hondo el Don Juan Tenorio, parte de cuyo drama se desarrolla en el cementerio. No era la primera obra de este género ni tampoco la única representación teatral para recordar los difuntos. De hecho nunca se había abandonado la representación, de la que son buena muestra los disfraces.

Este año habíamos planeado acercarnos a Alcalá de Henares, para contemplar la representación que del D. Juan se hace por sus calles pero la lluvia impidió que llevásemos a buen puerto nuestras intenciones, no quedó más remedio que suspender la representación.
No obstante quiero compartir otra maravillosa representación del Tenorio, la que se ha realizado, por cuarto año consecutivo, en el barrio de Vegueta de Las Palmas.






Como en la de Alcalá de Henares, las calles y plazas en las que tiene lugar la representación constituyen un marco incomparable. Y la elección de seis escenarios diferentes permite que nos recreemos con el maravilloso casco histórico de las Palmas.