Imprevistos

Cada dos semanas voy al supermercado para comprar todo aquello que necesito para el abastecimiento de mi casa (exceptuando la carne, el pescado, la fruta y la verdura).

Como siempre, la tarde anterior procuro hacer un repaso por los armarios para incluir todo aquello que me falta o de lo que estoy escasa en mi lista de compra. Como el armario que hace las veces de alacena es un armario bajo, procuro que mi respectivo me ayude y le eche un vistazo (con los problemas de espalda que tengo me cuesta un triunfo incorporarme después)para luego pasarlo a la lista.

Bueno, tras esta introducción, os cuento lo que me ha pasado esta mañana:

Había decidido cocinar unas lentejas con costillas, es decir, plato único para la comida de hoy. La noche anterior saqué las costillas del congelador (procuro hacer compra para dos o tres semanas que luego congelo). Esta mañana, con calma, porque es la única mañana de la semana que no voy con prisas, saco zanahorias, tomate y puerros del frigorífico; lavo concienzudamente las hortalizas; pelo zanahorias y patatas; pico todo menudito y rehogo con un poco de aceite de oliva. Cuando ya está todo a mi gusto añado el pimentón (de la vera por supuesto), rehogo un poco más y añado las costillas. Mientras dejo que todo se mezcle bien me dispongo a sacar las lentejas y

¡HORROR! NO TENGO LENTEJAS

Puedo asegurar que por mi boca ha salido de todo. Estuve el jueves en el supermercado, con la lista que hizo el respectivo y las lentejas ni por casualidad aparecían en mi listado. No voy a recrearme en lo que he pensado, porque más adelante no querré leerlo ( pero a buen entendedor ...).

Total que llamo a ............., que ha salido con los niños a pasar la mañana, para que vaya a comprar las dichosas lentejas, y ¡SORPRESA! suena el tono de su móvil en la entrada de casa. ¡SE HA DEJADO EL MÓVIL EN CASA!. Nada, me toca ducharme, arreglarme, coger el coche y acercarme al super que hay en la entrada de mi urbanización a por las lentejitas.

¡Cómo se aprovechan de que no nos pilla nada a mano! ¡Me han costado 2,40 €! ¡Vaya atraco a mano armada! pero ya se sabe lo que se dice sobre las lentejas "Las tomas y si no las dejas".

He vuelto a casa y seguido con el guiso, pero claro ya no en cazuela, como mi madre, porque a las 13:50 no queda tiempo para florituras. Todo a la olla super rápida y ..... a esperar.

¡hemos empezado a comer a las 15:00 horas!